Y es que los tomates ya no saben como sabían antes

 ¿Y qué fue lo más importante 

que te ha pasado antes?

fue lo que preguntó aquella noche,

con la sola intención de mirarme.

Quise buscar muy lejos

y con franqueza explicarle

si alguna vez algo dejara en mí huella,

algo grande y brillante.

Y es que los tomates,

morados o verdes

ya no sabían

como sabían antes.

Sacar a flote

ese mágico instante.

Ni los abrazos, son ahora 

molinos gigantes.

Echamos de menos todos

conectar instantes,

extrañarnos y tenernos

encontrarnos y perdernos,

pisar los trigales verdes,

sin miedo a romperlos.

Y es que los tomates ya no saben

como sabían antes.







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