No pensaste nunca en explorar planetas,
en detener en un punto
lo que piensa el mundo,
sujetar con un hilo,
el hierro fundido.
No pensaste nunca
en descubrir castillos,
penetrar sus muros,
contemplar sus puertas
escalar torretas.
No pensaste nunca quererme contigo
detenernos juntos
yo en tu abrigo, tu en el mío.
Comentarios
Publicar un comentario