Un gato quería ser sapo,
para sentir el barro,
para ser libre
sumergirse en los charcos.
El sapo nunca antes,
había pensado ser gato;
pero lo vio estirarse,
no tardó en animarse.
El gato ahora, gato es
como el sapo
así lo ve.
Y los dos se arrullan,
y se estiran
y disfrutan.
Ese sapo que quería ser gato,
pero esto sólo
pasa a ratos.
Comentarios
Publicar un comentario