Se quedan las ruinas,
como en las cestas, guindas.
Y llegan trinando jilgueros,
sin ser todavía invierno.
Y hoy, eres de nuevo pleno y sincero,
porque frenar en seco, no quiere decir
empezar de cero.
Es adornar con paja
como lo hacen las flores su rama,
como se viste el coral de nácar.
Es creer en la cosecha
saber que despacio, un día,
se hará grande la mostaza
a pesar de que el frío acecha.
Comentarios
Publicar un comentario