Que bueno sería si pudiéramos
solamente "tener"
aquello que a nuestro cuidado
fuéramos capaces de acoger.
Así fue la conexión
del volcán y la rosa
con el Principito callado;
¡Qué propósito acertado!
todo pierde su valor,
si carece la relación,
de su fundamental cuidado.
Tener por "tener" desconecta nuestro ser
de un espacio vacío
incapaces de defender.
Tengamos entonces lirios,
ruiseñores, cigüeñas
si en nuestra compañía libres
así fueran.
Vínculo de vigilancia, atención,
esmero, protección,
respeto fiel.
Y cada noche veamos las estrellas
protagonistas indispensables de su Constelación,
pues no pueden quedar nunca aisladas
Si es el Universo,
su sostén.
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