Partía al amanecer,
y sentía,
de las aves su trino
de la tierra, la aspereza,
del trigo, la mies.
de la tierra, la aspereza,
del trigo, la mies.
Entre silvestre maleza,
no alcanzó ya a saber
si acaso la esperanza,
quisiera un día volver,
con ternura y confianza
y el recuerdo del ayer.
No supo, por donde,
el camino seguía
pues temía caer.
El suelo, nunca más fue ya firme
no dejó su alma ver.
Sin huellas ni raíces,
sentirse seguro quería,
pues temía caer.
El suelo, nunca más fue ya firme
no dejó su alma ver.
Sin huellas ni raíces,
sentirse seguro quería,
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