Capas de telas rojas


Capas de telas rojas,
aquellas manos quitaban,
buscando el color verde,
que ya no fuera escarlata.
Porque la rosa, fue antes encarnada,
pálida y hermosa
en el amanecer de la mañana.
Había, su tiempo pasado
sin haber apreciado nada.

Igual de importante era el carmesí
que ese su verdor primero,
el que lucía la vida
el que es siempre previo.




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