Te perdí lágrima azul
y te busqué de noche,
pues pensé que las estrellas
harían gris su luz
para dejarme verte.
Y la tormenta crecía
y nubes nacían,
y gotas grandes sonaban
sobre la arena mojada.
Y había lágrimas
en mil lugares,
en la corteza del olmo
en sus ramas y tronco.
En improvisados charcos
junto a avellanos
En retamas verdes
que oler siempre quieres.
Y la Luna grande
se alzó y brilló
y cubriendo todo de amor
la lágrima secó.
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