No preguntas al cielo
si viene yermo.
No preguntas al alba por su triste calma.
No detienes al tiempo su compás incierto.
No clamas silencio al collado quieto.
Sabe la tierra a salvia y pera,
a sarmiento ardiendo,
a humo de cueva.
Sabe la tierra a pasta de almendra,
amarga y dulce, siempre a la espera.
Sabe la tierra a barro y especia,
tinta oscura que corre ligera.
Sabe la tierra a pisadas de yegua,
a las manos que un día se cubrieron de pena.
Sabe la tierra a su alma gemela.
si viene yermo.
No preguntas al alba por su triste calma.
No detienes al tiempo su compás incierto.
No clamas silencio al collado quieto.
Sabe la tierra a salvia y pera,
a sarmiento ardiendo,
a humo de cueva.
Sabe la tierra a pasta de almendra,
amarga y dulce, siempre a la espera.
Sabe la tierra a barro y especia,
tinta oscura que corre ligera.
Sabe la tierra a pisadas de yegua,
a las manos que un día se cubrieron de pena.
Sabe la tierra a su alma gemela.
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