el camino de los buenos hombres


No hablé con el mar,

ni con piedras blancas, ni barreras de coral.

No estiré el tallo a la Lavanda fresca

no escuche el trino del mirlo persa.


No miré despacio mecerse al trigo

no soplé a las nubes su blanco brillo.
No soñé Galaxias de azul cautivo, quererte al ocaso
y ofrecerte abrigo.


Esperé tu amor, como el almendro a la flor

como lluvia el verano, como el buitre al calor.




Tu amor que llegó, lluvia y almendro, nube y candor

Lavanda fresca a las plantas sin flor

Ya no hablé, no escuché ni soplé; contigo a mi lado

Tranquila observé… ya no hablé ni sople, no  grité ni arriesgue,
Contigo a mi lado campos trillé..



Coja el micrófono y cante, letras gigantes

Acordes celtas, que no falten, notas árabes, fragatas y naves.

Flores blancas, la leña arde.

Plantas de arroz y los jardines en flor

Un pesebre es refugio a tu serena voz.




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