Oda a la primavera
Oda
a la primavera
Como musgo que se empapa de agua clara,
aguacero descarga en Pinares y albahacas.
Agua nutre limoneros y naranjas.
Lilas malvas, silvestres salvias contemplan la lluvia
cayendo con rabia.
En su estanque las ranas,
en danza constante,
gatos que esperan a que el cielo escampe.
El ciprés alto, el sauce manso,
a lo lejos se oye la voz del asno.
a lo lejos se oye la voz del asno.
Qué gris el cielo, cubierta fina
manto suave de gotas frías.
La luz tenue que empuja arriba
si un hueco encontrase alegre saldría.
Sol que nace, a la nube abriga,
campos de trigo, juncos y lilas.
Lo que cubre por fuera.
Lo que late adentro
Lo que pide por favor lo dejen quieto;
Lo que sonríe seguro,
Lo que se da ligero,
Lo que acoges con fervor
Y recibes pleno
Lo que ven los ojos del que se siente cuerdo
Si abres una puerta, toda sale nada entra
Si dejas el pasado, no te encuentras, no te encuentras
Si me besas y te acuestas
No me llames, estoy despierta
En la voz de la guitarra,
El silencio se hace pausa,
La voz del que quiere gritar
esa nota que no alcanza
La corteza del tronco,
El musgo de la piedra
El brote de la rama,
En la noche la estrella
De la casa su alcoba
Del jardín la Huerta
Del cristal la luz
De la Luna la espera!!
en el muro la yedra
Que a trepar no llega
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